¿Por qué la fuerza es tan importante?
- 28 de abril de 2019
- Publicado por: Víctor Segarra
- Categoría: NOTICIAS
Muchos conoceréis la famosa frase de la película “La guerra de las galaxias” donde se dice: “Que la fuerza te acompañe”. Pues en realidad no le falta razón, la fuerza es una capacidad física esencial del ser humano que puede manifestarse de diferentes formas según las condiciones particulares y objetivos con los que se realizan las acciones.
Quizá la fuerza pueda representar la capacidad física más importante del ser humano, dado que la fuerza es imprescindible para movernos e interactuar con el medio que nos rodea, sino tenemos fuerza para levantarnos de la silla, andar, subir escaleras o cogernos de la barandilla tenemos un grave problema, es por ello que la fuerza es una capacidad importantísima.
Del mismo modo, la fuerza es indispensable en todos los deportes, incluido en las maratones y los deportes de resistencia, donde a pesar de lo que puedan pensar, el ganador de una maratón no es el que más resistencia tiene, sino el que llega a la meta antes, es decir, el que ha conseguido generar más fuerza en cada zancada para desplazar el peso de su cuerpo en menos tiempo. Lo mismo pasa en el resto de deportes donde para poder rendir, ya sea golpear una pelota forzada en tenis o llegar a un balón para chutar antes de que te lo quite el rival, se debe ser rápido y lo suficientemente fuerte para llevar la acción a cabo con éxito. De lo contrario, no estarás rindiendo en tu deporte.
Para poder optimizar el entrenamiento debemos tener en mente cuatro principios:
- Especificidad: el entrenamiento debe ser específico y óptimo según el objetivo, ya sea correr, golpear mejor o más fuerte la bola, rematar con mayor fuerza…, así como según las características de la persona.
- Sobrecarga: el entrenamiento de fuerza debe crear cierto “estrés” por encima del umbral de la persona, por ejemplo, una persona que trabaja de camarero si le ponemos a andar no le supondrá ningún estrés al cuerpo, pues está acostumbrado, para crear ese estrés debemos cambiar el entrenamiento.
- Variación: El entrenamiento debe ser variable, para ello debemos jugar con diferentes variables, como son el volumen total del entrenamiento (en tiempo o repeticiones), la intensidad, las series, el descanso, la velocidad del ejercicio, los ejercicios que realizamos… con el fin de optimizar el entrenamiento y así conseguir entrenar menos y que realmente mejore más.
- Progresión: el entrenamiento debe tener una progresión para que se continúe generando adaptaciones positivas, esto no quiere decir que cada semana tengamos que aumentar de peso, ejercicios, series o repeticiones…, pues muchas veces períodos de descanso son importantes para poder seguir generando adaptaciones positivas.
Para poder planificar y desarrollar un buen entrenamiento de fuerza, eficaz, óptimo y sin riesgo, se deben atender todas estas variables e intentar coordinarlas lo mejor posible, en ellas también dependerá el objetivo del entrenamiento, la situación o condición física previa de esa persona (no es lo mismo una persona que ya hace ejercicio que otra que no hace nada) y características biopsicosociales de cada persona.
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